miércoles, 29 de febrero de 2012

Lisboa en "El Mapa del Reino de Oro"..



Lisboa de noche
"Una luminosidad corta la oscuridad profunda de mi ciudad y dibuja un sable color fuego en la inmensidad del cielo. Desde mi ventana lo veo y lo busco plasmar en la superficie áspera del papel. La mecha de la vela sigue ardiendo a mi lado, su luz se refleja en el vacío de la habitación. Allá bajo, la ciudad se pierde en un entramado de calles y callejuelas por las cuales camino desde aquel bendito día que mi padre postizo, Fray Luis de Ataíde, me llevó de la mano y me señaló con gusto religioso la serie de iglesias y capillas que, desde siempre, han brotado en el suelo accidentado de Lisboa como hongos que se acogen a la humedad de una roca. La verdad es que la llegada de un astro color fuego, que por la noche rompía la negritud del cielo lisbonense, estimulaba aún más la prédica de catástrofes inevitables que, según los profetas de la desgracia, estarían prestos a caer al suelo, tal cual brutal hecatombe."

"A su izquierda se halla, en construcción, el imponente Palacio de la Ribeira; en sus adyacencias la famosa y rica Casa da Índia, donde el rey Don Manuel celosamente manda acaparar las fabulosas riquezas de su vasto imperio; delante de él, la Puerta de la Ribeira con sus hermosos dos arcos que (...) conducen hacia la renombrada Plaza del Pelourinho Velho en la cual varios escribanos producen billeticos de amor que los galantes caballeros de Lisboa ofrecerán a hermosas damas."




La catedral de Lisboa
"Finalmente la rigurosidad del invierno y las últimas lluvias tibias de la primera se fueron alejando de Lisboa como la música melancólica de una guitarra árabe que se va callando de a poquito. El verano se adivinaba áureo. Las flores desabrochaban por cada rincón de la ciudad y llenaban de color los jardines de las casas aristocráticas. Lo mismo sucedía con el verdor de los árboles cuyas copas se cargaban de frutas deliciosas y servían de alimento a los mendigos más desdichados de aquella urbe embriagada."

El bello Río Tajo
"Lopo, poco a poco, fue percibiendo que la claridad del sol pintaba de anaranjado las aguas tranquilas del Tajo y el alba que ya se configuraba en la negrura del cielo hacía que las tinieblas poco a poco cediesen para darle paso a la luz mañanera. Ahora la soledad era irremediablemente quebrada por el cantar de los gallos que resonaban por todo el espacio."




"Aquel principio de otoño, las hojas de los árboles empezaban a tapizar los senderos de la ciudad y la iban revistiendo de amarillo  y marrón. El frescor del invierno empezaba de igual forma a asomarse por entre el olor de las castañas que los campesinos vendían en las calles de Lisboa." 
Vista de Alfama
"En Alfama, vivían, como aún siguen viviendo, legiones de zapateros, carpinteros, albañiles, tejedores, lavanderas, marineros y los soldados más humildes que servían de carne de cañón a las numerosas conquistas del reino. 





sábado, 25 de febrero de 2012




Estimados amigos, ayer 24 de febrero abrí un blog dedicado a mis futuros lectores de lengua portuguesa. La dirección es: 

jueves, 23 de febrero de 2012

Lisboa antes del terremoto de 1755..


Sinopsis en portugués (saldrá en poco tiempo)

La Calle Nova dos Mercadores en el siglo XVI
A Rua Nova dos Mercadores no século 16 

Em 1540, a bordo de um barco negreiro, algumas mortes misteriosas vão acontecendo. O único que os cadáveres exibem é una estranha marca com as iniciais BA. 
Anos mais tarde, em 1577, enquanto um cometa passa pelos céus de Lisboa, Diogo de Ataíde, um pobre poeta e “escrevedor de ofício”, inicia uma fantástica viagem à história das suas verdadeiras origens.  Poderá fazê-lo graças ao que o seu pai adotivo, Frei Luís, lhe deixou dito antes de morrer, e às confissões do seu velho amigo Lopo Farias. Ambos testemunhos  ajudam-no a desenterrar um passado enigmático que jamais suspeitara existir e que envolve a um séquito de extraordinários personagens com a existência de um misterioso mapa que marcaria a rota a um magnífico Reino de Ouro nas selvas da América do Sul.
A partir deste ponto, o narrador revela-nos não somente o passado da sua família , mas também um fresco da fascinante Lisboa do século 16; uma cidade que detinha o monopólio das riquezas orientais e o domínio do ignominioso tráfico de escravos. 
Neste romance, primeira parte de uma saga familiar, Rainer Sousa levará o leitor a descobrir uma época marcada pela violência atroz, as paixões incontroláveis e a ambição desmedida. 

viernes, 10 de febrero de 2012

Nicolás Federmann (en alemán Nikolaus Federmann) (alrededor de 1505 en Ulm – febrero de 1542 en Valladolid) fue un explorador y cronista alemán que participó en la conquista española de los territorios de las actuales Venezuela y Colombia.
Nació en Ulm (Baden-Wurtemberg). Fue enviado a Santo Domingo en 1529 por la familia Welser, de Augsburgo, que había firmado un acuerdo para explorar el territorio de Venezuela. Federmann acometió la empresa en 1530 en colaboración con Ambrosio Alfinger, siguiendo el cauce del Orinoco y regresando a Augsburgo, donde escribió una obra titulada Historia Indiana (publicada en 1557), en la que exageraba las riquezas del lugar.
Al volver a Venezuela es nombrado gobernador, desempeñando el cargo hasta 1534, cuando es sustituido por Jorge de Espira. Financiado nuevamente por los Welser, emprende una expedición (1535-1539) en la que atravesó los llanos de Venezuela y Colombia en busca de El Dorado. Sin embargo, la zona a la que llegó había sido ya conquistada en 1537 por Gonzalo Jiménez de Quesada. En su viaje se encontró con otra fuerza española, dirigida por Sebastián de Belalcázar, con quien se disputó el territorio chibcha.
Federmann y su ejército llegaron a Bogotá en marzo de 1539. Después de participar en la fundación jurídica de la ciudad en abril de ese mismo año,1 los tres conquistadores decidieron dejar allí a sus hombres como pobladores y viajar a España para resolver sus diferencias. El Rey nombró a Jiménez de Quesada mariscal del Nuevo Reino de Granada, y a Belalcázar gobernador de Popayán. Federmann tuvo pleitos con los Welser y murió en prisión en Valladolid en el año 1542.
Sin embargo, 64 de los 106 compañeros de Federmann obtuvieron encomiendas en un territorio que comprendía desde Santafé, Vélez (Santander), Tunja, Tocaima, Pamplona hasta Mérida, así como en Ibagué, Mariquita y San Juan de los Llanos. Esto les permitió convertirse en figuras importantes de la sociedad colonial y formar familias con mujeres europeas e indias. Algunos se dedicaron a la minería, mientras que otros se dedicaron al comercio y a impulsar la navegación por el río Magdalena.

Sobre el origen de Lisboa...

Quisiera dejarles un texto escrito por el portugués José Saramago sobre el origen de Lisboa y su historia. El texto está en lengua portuguesa:



Tempo houve em que Lisboa não tinha esse nome. Chamavam-lhe Olisipo quando os romanos ali chegaram, Olissibona quando a tomaram os Mouros, que logo deram em dizer Ascchbouna, talvez porque não soubessem pronunciar a bárbara palavra. Quando, em 1147, depois de um cerco de três meses, os Mouros foram vencidos, o nome da cidade não mudou logo na hora seguinte: que aquele que iria ser o nosso primeiro rei enviou à família uma carta a anunciar o feito, o mais provável é que tenha escrito ao alto Aschbouna, 24 de Outubro, ou Olissobona, mas nunca Lisboa. Quando começou Lisboa a ser Lisboa de facto e de direito? Pelo menos alguns anos tiveram de passar antes que o novo nome nascesse, tal como para que os conquistadores Galegos  começassem a tornar-se portugueses…
Estas miudezas históricas interessam pouco, dir-se-á, mas a mim interessar-me-ia muito, não só saber, mas ver, no exato sentido da palavra, como veio mudando Lisboa desde aqueles dias. Se o cinema já existisse então, se os velhos cronistas  fosse operadores de câmara, se as mil e uma mudanças por que Lisboa passou ao longo dos séculos tivessem sido registadas, poderíamos ver essa Lisboa de oito séculos crescer e mover-se com um ser vivo, como aquelas flores que a televisão nos mostra, abrindo-se em poucos segundos, desde o botão ainda fechado ao esplendor final das formas e das cores. Creio que amaria a essa Lisboa por cima de todas as cousas.
Fisicamente, habitamos um espaço, mas, sentimentalmente, somos habitados por uma memória. Memória que é a de um  espaço e de um tempo, memória no interior da qual vivemos, como uma ilha entre dois mares: um que dizemos passado, outro que dizemos futuro. Podemos navegar no mar do passado próximo graças à memória pessoal que conservou a lembrança das suas rotas, mas para navegar no mar do passado remoto teremos e usar as memórias que  o tempo acumulou, as memórias de um espaço continuamente transformado, tão fugidio como o próprio tempo. Esse filme de Lisboa, comprimindo o tempo e expandindo o espaço, seria a memória perfeita da cidade.

* *in O Caderno, Lisboa, Caminho, 2009 :: 10/02/2012




lunes, 6 de febrero de 2012

La Plaza del Rossio en el pasado...


La Plaza del Rossio es uno de lugares más emblemáticos de Lisboa y es uno de los puntos que más sale retratado en la novela "El Mapa del Reino de Oro".

domingo, 5 de febrero de 2012

En las selvas de Venezuela, el conquistador Nicolás de Federmann creía que podría encontrar el Reino de Oro (El Dorado)...


"Pues bien…en esa tierra extraña, salen del suelo unas montañas que se levantan abruptamente como mesas de rocas; y de una de ellas cae una cascada enorme. Bueno…allí está el Reino de Oro…mis ojos lo han visto" 


¡El rinoceronte que es referido en la novela "El Mapa del Reino de Oro" fue verdad!


            "Corría el año 1516 y la famosa y aparatosa embajada que el rey Don Manuel había enviado a Roma empezó a tener sus percances. El rinoceronte traído desde la lejana India, tras haber dejado el ambiente bucólico de Lisboa, hubo de pararse en una isla francesa porque el arrojado rey de Francia se antojó de observar con sus propios ojos aquella criatura que los portugueses le ofertaban al Papa. Pero fue tanta la envidia del rey francés y sus malsanos deseos fueron tan intensos que los brujos y hechiceros, que los acompañaban, balbucearon al pobre animal una espantosa maldición que se reveló sorprendentemente eficaz. Pues, días después, la nao que lo cargaba, naufragó frente a las playas italianas y el rinoceronte encadenado y sujeto por grilletes murió ahogado sin que los ojos sagrados del Papa hubiesen contemplado sus espectaculares formas. Pero Don Manuel, lejos de desistir de su exquisito regalo, mandó a recuperarlo, disecarlo y a rescatar la piel grisácea que luego llegó a Lisboa para que los siervos del rey la rellenasen de paja y la enviasen a Roma."